Logica Concreta
Lógica dialéctica
Teoría lógica del materialismo dialéctico, ciencia acerca de las leyes y formas en que el desarrollo y el cambio del mundo objetivo se reflejan en el pensar, acerca de las leyes que rigen el conocimiento de la verdad. En su expresión científica, la lógica dialéctica ha surgido como parte componente de la filosofía marxista. No obstante, elementos suyos se dieron ya en la filosofía antigua, especialmente en la grecorromana, en las teorías de Heráclito, Platón, Aristóteles y otros. Las circunstancias históricas hicieron que, en el transcurso de un largo periodo, dominara la lógica formal como única teoría de las leyes y formas del pensar. Mas a partir del siglo XVII, aproximadamente, la ciencia natural en pleno desarrollo y el pensamiento filosófico presentan nuevas exigencias y su presión hace que se empiece a comprender la insuficiencia de la lógica formal y se sienta la necesidad de una nueva teoría sobre los principios y métodos generales del pensamiento y de la cognición (Bacon, Descartes, Leibniz, &c.). En la Época Moderna, dicha tendencia encontró su manifestación más brillante en la filosofía clásica alemana. Así, Kant estableció una diferencia entre lógica general y lógica trascendental; ésta, según Kant, se diferencia de la primera –es decir, de la formal– por el hecho de que estudia el desarrollo de los conocimientos y no hace abstracción, como la otra, del contenido. En la formación de la lógica dialéctica, corresponde un mérito especial a Hegel, quien elaboró el primer sistema completo y detallado de tal lógica, aunque respondiendo a una concepción idealista del mundo. La teoría marxista acerca de la lógica se ha incorporado todo lo que habla de valioso en el desarrollo anterior después de reelaborar la inmensa experiencia acumulada en el saber humano y después de haberla generalizado en una ciencia rigurosa sobre el conocimiento. La lógica dialéctica no desecha la lógica formal; señala sus límites y la considera como forma necesaria del pensamiento lógico, forma que, empero, no agota a éste. En la lógica dialéctica se encuentran indisolublemente unidas la teoría del ser y la teoría del reflejo del ser en la conciencia; es una lógica de contenido. Y como quiera que el mundo se halla en movimiento y desarrollo constantes, también las formas del pensar, los conceptos y categorías han de basarse en el principio del desarrollo; de otro modo, no pueden llegar a ser formas ideales del contenido objetivo. De ahí que el cometido principal de la lógica dialéctica estribe en investigar cómo el movimiento, el desarrollo, las contradicciones internas de los fenómenos, el cambio cualitativo de los mismos, la transformación de uno en otro, &c., se expresan en los conceptos humanos, en la investigación de la esencia dialéctica de las categorías lógicas, de su movilidad, de su flexibilidad “que llega hasta la identidad de los contrarios” (Lenin). La dialéctica es una doctrina lógica precisamente porque investiga las funciones lógicas, cognoscitivas de las leyes y categorías generales del desarrollo. Con ello guarda relación otro objetivo básico de la lógica dialéctica: el estudio del proceso de formación y desarrollo del conocimiento mismo. La lógica dialéctica se basa en la historia de la cognición, es la historia generalizada del desarrolló del pensamiento humano y de la práctica histórica de la sociedad. Desde el punto de vista de esta lógica, las leyes de la cognición son las leyes del desarrollo del pensar, que va de lo exterior a lo interior, de los fenómenos a la esencia, de la esencia menos profunda a la esencia más profunda, de lo inmediato a lo mediato, de lo abstracto a lo concreto, de las verdades relativas a la verdad absoluta. Ese historicismo impregna toda tesis de la lógica dialéctica, como toda la ciencia. En esta lógica se supera la desintegración de análisis y síntesis, inducción y deducción, lo empírico y lo teórico en formas independientes del saber, lo cual era característico de las doctrinas precedentes sobre el conocimiento; la lógica dialéctica investiga dichas formas de conocimiento, al igual que las otras, en su síntesis superior, bajo el aspecto de contrarios que se penetran recíprocamente. En calidad de principio lógico general, posee gran importancia para la lógica dialéctica el método por el que se asciende de lo abstracto a lo concreto (lo abstracto y lo concreto); en él se encarna de la manera más completa la unidad de lo histórico y lo lógico. La lógica dialéctica se estructura como un sistema de categorías lógicas en las cuales se sintetizan los resultados de la actividad cognoscitiva y práctica de la humanidad. Aún no está suficientemente estudiado el problema relativo al sistema de categorías que incluya a éstas en orden de subordinación y de co-dependencia, mas el punto de vista que se presenta como más probable y fecundo es el que corresponde al principio de la unidad entre lo lógico y lo histórico, al movimiento del saber que va de los fenómenos a la esencia, de lo simple a lo complejo, &c. A ello prestó gran atención Lenin, quien contribuyó con una enorme aportación al desarrollo de la lógica dialéctica. En la ciencia moderna desempeñan un gran papel los sistemas lógicos formalizados y las teorías lógico-formales de contenido, que estudian determinados aspectos y cometidos del pensar. Le lógica dialéctica constituye la base lógica general del conocimiento humano, la teoría lógica general que puede y debe hacer posible aplicar todas las teorías lógicas particulares y concretas, el significado y el papel de las mismas.
La Dialectica moderna
La dialéctica —del griego διαλεκτική (dialektikḗ), τέχνη (tékhnē), literalmente: técnica de la conversación; con igual significado, en latín (ars) dialectica— es una rama de la filosofía cuyo ámbito y alcance han variado significativamente a lo largo de la historia.
Originariamente designaba un método de conversación o argumentación análogo a lo que actualmente se llama lógica. En el siglo XVIII el término adquirió un nuevo significado: la teoría de los contrapuestos en las cosas o en los conceptos, así como la detección y superación de estos contrapuestos.
De manera más esquemática puede definirse la dialéctica como el discurso en el que se contrapone una determinada concepción o tradición, entendida como tesis, y la muestra de los problemas y contradicciones, entendida como antítesis. De esta confrontación surge, en un tercer momento llamado síntesis, una resolución o una nueva comprensión del problema. Este esquema general puede concretarse como la contraposición entre concepto y cosa en la teoría del conocimiento, a la contraposición entre los diferentes participantes en una discusión y a contraposiciones reales en la naturaleza o en la sociedad, entre otras.
El término adquiere un significado no circunscrito al ámbito de la retórica gracias, fundamentalmente, a los escritos del filósofo alemán G.W.F. Hegel. En la época en que escribe una de sus grandes obras (Fenomenología del espíritu, 1808) el mundo parece haberse puesto en movimiento, transformando de forma visible lo que había durado siglos. Se trata de los primeros momentos del modo de producción capitalista que, a diferencia de los anteriores, se basa primordialmente en la circulación de las mercancías y del dinero. Entonces el viejo problema filosófico del cambio se agudiza: ¿cómo entender racionalmente que una cosa pueda cambiar de apariencia y seguir siendo la misma cosa? Hegel concibe la realidad como formada por opuestos que, en el conflicto inevitable que surge, engendran nuevos conceptos que, en contacto con la realidad, entran en contraposición siempre con algo. Este esquema es el que permite explicar el cambio manteniendo la identidad de cada elemento, a pesar de que el conjunto haya cambiado.
Con el mismo proceder Karl Marx analizará la realidad social y, claramente en sus escritos a partir de 1842, la entenderá como una realidad conflictiva debido a la contraposición de intereses materiales incompatibles. Así dirá, en el Manifiesto comunista (1848), que "toda la historia de la humanidad hasta ahora es la historia de la lucha de clases"; esto es: la confrontación entre clases sociales es el motor del cambio histórico.
En el siglo XX el filósofo alemán Theodor W. Adorno titulará Dialéctica negativa (1966) una de sus obras capitales. Esta obra se inicia con una afirmación provocativa: "La formulación dialéctica negativa atenta contra la tradición". Se refiere Adorno a que en la dialéctica de Platón o en la de Hegel el resultado del movimiento de contraposición es la afirmación de algo, mientras que lo que él pretende es subrayar el carácter inconcluso de cualquier momento del movimiento de contraposición, tanto a nivel social como cultural.

el movimiento de la investigacion

El principio de identidad es un principio clásico de la lógica y la filosofía, según el cual toda entidad es idéntica a sí misma. Por ejemplo, Jorge Alejandro es idéntico a sí mismo (a Jorge Alejandro), el Sol es idéntico a sí mismo, esta manzana es idéntica a sí misma, etc. El principio de identidad es, junto con el principio de no contradicción y el principio del tercero excluido, una de las leyes clásicas del pensamiento.1
En lógica de primer orden con identidad, el principio de identidad se expresa:
Es decir: para toda entidad x, x es idéntica a sí misma.
No se debe confundir al principio de identidad con la siguiente tautología de la lógica proposicional:
Esta fórmula expresa que toda proposición es verdadera si y sólo si ella misma es verdadera. Por lo tanto, expresa una verdad acerca de proposiciones y sus valores de verdad, mientras que el principio de identidad expresa una verdad acerca de todo tipo de entidades, no sólo proposiciones.
El principio de causalidad en su forma original postula que todo efecto -todo evento- debe tener siempre una causa (que, en idénticas circunstancias, una causa tenga siempre un mismo efecto se conoce como "principio de uniformidad").
Principio de finalidad. Principio de finalidad según el cual la finalidad de la valoración condiciona los métodos y las técnicas de valoración a seguir. Los criterios y métodos de valoración utilizados serán coherentes con la finalidad de la valoración.
El metodo; las leyes de la dialectica
Las leyes de la dialéctica

El materialismo dialéctico propone, pues, una interpretación de la realidad concebida como un proceso material en el que se suceden una variedad infinita de fenómenos, a partir de otros anteriormente existentes. Esta sucesión, no obstante, no se produce al azar o arbitrariamente, ni se encamina hacia la nada o el absurdo: todo el proceso está regulado por leyes que determinan su evolución desde las formas más simples a las más complejas, y que afectan a toda la realidad, natural y humana (histórica).
Este es el ciclo eterno en que se mueve la materia, un ciclo que únicamente cierra su trayectoria en períodos para los que nuestro año terrestre no puede servir de unidad de medida, un ciclo en el cual el tiempo de máximo desarrollo, el tiempo de la vida orgánica y, más aún, el tiempo de vida de los seres conscientes de sí mismos y de la naturaleza, es tan parcamente medido como el espacio en que la vida y la autoconciencia existen; un ciclo en el que cada forma finita de existencia de la materia —lo mismo si es un sol que una nebulosa, un individuo animal o una especie de animales, la combinación o la disociación química— es igualmente pasajera y en el que no hay nada eterno de no ser la materia en eterno movimiento y transformación y las leyes según las cuales se mueve y se transforma.Friedrich Engels, Dialéctica de la naturaleza. Introducción
Las leyes según las cuales la materia se mueve y se transforma son leyes dialécticas. Al igual que ocurre con la dialéctica hegeliana, que es simultáneamente un método y la expresión misma del dinamismo de la realidad, la dialéctica de Marx y Engels encerrará ese doble significado. No se puede convertir, sin embargo, la dialéctica en un proceso mecánico, en el que se suceden los tres momentos del movimiento (tesis, antítesis y síntesis), como se hace a menudo con Hegel, en un esquema mecánico sin contenido alguno. "La dialéctica no es más que la ciencia de las leyes generales del movimiento y la evolución de la naturaleza, la sociedad humana y el pensamiento", dice Engels en el Anti-Dühring.
La dialéctica nos ofrece, pues, leyes generales, no la particularidad de cada proceso. Que son leyes generales quiere decir que son el fundamento de toda explicación de la realidad, pero también que afectan a toda la realidad (naturaleza, sociedad, pensamiento) y que son objetivas, independientes de la naturaleza humana. Marx y Engels enunciarán las siguientes tres leyes de la dialéctica:
Ley de la unidad y lucha de contrarios[editar]
Pero todo cambia completamente en cuanto consideramos las cosas en su movimiento, su transformación, su vida, y en sus recíprocas interacciones. Entonces tropezamos inmediatamente con contradicciones. El mismo movimiento es una contradicción; ya el simple movimiento mecánico local no puede realizarse sino porque un cuerpo, en uno y el mismo momento del tiempo, se encuentra en un lugar y en otro, está y no está en un mismo lugar. Y la continua posición y simultánea solución de esta contradicción es precisamente el movimiento.
Si ya el simple movimiento mecánico local contiene en sí una contradicción, aún más puede ello afirmarse de las formas superiores del movimiento de la materia, y muy especialmente de la vida orgánica y su evolución. Hemos visto antes que la vida consiste precisamente ante todo en que un ser es en cada momento el mismo y otro diverso. La vida, por tanto, es también una contradicción presente en las cosas y los hechos mismos, una contradicción que se pone y resuelve constantemente; y en cuanto cesa la contradicción, cesa también la vida y se produce la muerte. También vimos que tampoco en el terreno del pensamiento podemos evitar las contradicciones, y que, por ejemplo, la contradicción entre la capacidad de conocimiento humana, internamente ilimitada, y su existencia real en hombres externamente limitados y de conocimiento limitado, se resuelve en la sucesión, infinita prácticamente al menos para nosotros, de las generaciones, en el progreso indefinido.Friedrich Engels, Anti-Dühring, XII. Dialéctica. cantidad y cualidad.
Siguiendo los pasos de Heráclito y Hegel, Marx y Engels consideran que la realidad es esencialmente contradictoria. Todos los fenómenos que ocurren en la Naturaleza son el resultado de la lucha de elementos contrarios, que se hallan unidos en el mismo ser o fenómeno, siendo la causa de todo movimiento y cambio en la Naturaleza, en la sociedad y en el pensamiento. Con esta ley se explica, pues, el origen del movimiento.
Entre los argumentos que se aportan para justificar esta explicación predominan los procedentes de las ciencias (Física, Ciencias naturales, Matemáticas, Economía), pero también de la Historia y de la filosofía. Entre las parejas de contrarios puestas como ejemplos podemos citar: atracción y repulsión, movimiento y reposo, propiedades corpusculares y ondulatorias, herencia y adaptación, excitación e inhibición, lucha de clases, materia y forma, cantidad y cualidad, sustancia y accidentes.
Ley de transición de la cantidad a la cualidad[editar]
Hemos visto ya antes, a propósito del esquematismo universal, que con esta línea nodal hegeliana de relaciones dimensionales en la que, en un determinado punto de alteraciones cuantitativas, se produce repentinamente un cambio cualitativo, el señor Dühring ha tenido la pequeña desgracia de que en un momento de debilidad la ha reconocido y aplicado él mismo. Dimos allí uno de los ejemplos más conocidos, el de la transformación de los estados de agregación del agua, que a presión normal y hacia los 0 °C pasa del fluido al sólido, y hacia los 100 °C pasa del líquido al gaseoso, es decir, que en esos dos puntos de flexión la alteración meramente cuantitativa de la temperatura produce un estado cualitativamente alterado del agua.
Habríamos podido aducir en apoyo de esa ley cientos más de hechos tomados de la naturaleza y de la sociedad humana. Así por ejemplo, toda la cuarta sección de El Capital de Marx —producción de la plusvalía relativa en el terreno de la cooperación, división del trabajo y manufactura, maquinaria y gran industria— trata de innumerables casos en los cuales la alteración cuantitativa modifica la cualidad de las cosas de que se trata, con lo que, por usar la expresión tan odiosa para el señor Dühring, la cantidad se muta en cualidad, y a la inversa. Así, por ejemplo, el hecho de que la cooperación de muchos, la fusión de muchas fuerzas en una fuerza total, engendra, para decirlo con las palabras de Marx, una "nueva potencia de fuerza" esencialmente diversa de la suma de sus fuerzas individuales".Friedrich Engels, Anti-Dühring , XI, Moral y derecho. Libertad y necesidad.
Hablamos de cambio cualitativo cuando una cosa se transforma en otra que es esencialmente distinta. ¿Por qué unas cosas se transforman en otras que tienen propiedades diferentes a las de las cosas de las que proceden? Según la ley de transición de la cantidad a la cualidad, el aumento o disminución de la cantidad de materia influye en la transformación de una cosa en otra distinta. La acumulación o disminución de la materia es progresiva, mientras que el cambio de cualidad supone una modificación radical de la cosa, una revolución. Con esta ley se explica el desarrollo de los seres y los fenómenos naturales, sociales, etc.
Todos los objetos de la Naturaleza poseen características mensurables, por lo que su esencia, su cualidad, es inseparable de los aspectos cuantitativos. Cuando una cosa pasa de poseer una cualidad a poseer otra hablamos de "salto cualitativo". Como todo movimiento es el resultado de la lucha de elementos contrarios, el salto cualitativo supone la resolución de una contradicción, que da lugar a una nueva realidad, que representa un avance en el desarrollo de la Naturaleza. El salto cualitativo no supone el mero cambio de una cualidad por otra, sino por otra que supera, de alguna manera, a la anterior.
Ley de negación de la negación[editar]
En la dialéctica, negar no significa simplemente decir no, o declarar inexistente una cosa, o destruirla de cualquier modo. Ya Spinoza dice: omnis determinatio est negatio, toda determinación o delimitación es negación. Además, la naturaleza de la negación dialéctica está determinada por la naturaleza general, primero, y especial, después, del proceso. No sólo tengo que negar, sino que tengo que superar luego la negación.
Tengo, pues, que establecer la primera negación de tal modo que la segunda siga siendo o se haga posible. ¿Cómo? Según la naturaleza especial de cada caso particular. Si muelo un grano de cebada o aplasto un insecto, he realizado ciertamente el primer acto, pero he hecho imposible el segundo. Toda especie de cosas tiene su modo propio de ser negada de tal modo que se produzca de esa negación su desarrollo, y así también ocurre con cada tipo de representaciones y conceptos".Friedrich Engels, Anti-Dühring , XIII. Dialéctica. Negación de la negación.
La ley de negación de la negación completa la anterior, explicando el modo en que se resuelve la contradicción, dando paso a una realidad nueva que contiene los aspectos positivos de lo negado. El primer momento del movimiento dialéctico, el de la afirmación, supone la mera existencia de una realidad; el segundo momento, el de la negación, supone la acción del elemento contrario que, en oposición con el primer momento, lo niega. El tercer momento, negando al segundo, que era ya, a su vez, la negación del primero, se presenta como el momento de la reconciliación, de la síntesis, recogiendo lo positivo de los dos momentos anteriores.
Una vez alcanzado este estadio del movimiento nos encontramos ante una nueva realidad que entrará de nuevo en otro ciclo de transformación dialéctica, dando lugar, así, al desarrollo progresivo de la Naturaleza, de la sociedad humana y del pensamiento. Un desarrollo que se dirige hacia formas más completas, más perfectas, más integradoras, de la realidad.






